diciembre 3, 2024

Ancelotti aún no tiene escudo

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El técnico italiano, preocupado por el rendimiento defensivo del Madrid, mueve la alineación en busca de mayor solidez, objetivo que no cumple en el debut europeo

Mediada la primera parte en San Siro, con un Real Madrid sufriente y desenfocado, Carlo Ancelotti rompió su quietud habitual para reclamarle varias veces a Vinicius que presionara a Skriniar en un intento de empezar a quitarse de encima el dominio del Inter. Sobre el campo y en todas sus comparecencias, la mayor preocupación del italiano en este inicio de curso es el trabajo defensivo. Da igual que el brasileño se desate de repente como goleador, que Benzema no afloje o que a Camavinga apenas le hagan falta unos minutos para dejar rastro ante la portería rival. La demanda es clara pese a las cuatro victorias y un empate: el trabajo sin balón de todo el grupo debe mejorar.

Y en Milán, en un estreno europeo exigente y de gran cartel, el entrenador blanco pasó a la acción. Las numerosas advertencias públicas previas le parecieron esta vez insuficientes y el preparador actuó sobre la alineación en busca de más nivel defensivo general y sin atender a otras consideraciones de carácter político: Lucas Vázquez entró en lugar de Hazard, que se marchó de Italia sin jugar un minuto tras calentar casi toda la segunda parte; y Nacho ocupó el lateral izquierdo con Alaba de central, en perjuicio del canterano Miguel Gutiérrez, al que no quiso exponer en una plaza de primera. Dos medidas empujadas claramente por la precaución. En el caso del gallego por el belga, Ancelotti explicó su intención: quería más energía en las dos partes del campo.

Sin embargo, el movimiento de piezas no le evitó al Madrid la angustia durante una hora de juego. 14 tiros recibió en la primera mitad, la segunda mayor cifra sufrida hasta el descanso en Champions desde la 2005/06, tras los 15 en 2013 contra la Juventus. Solo la respuesta de Courtois alivió a los blancos, pero la intervención de Ancelotti sirvió para reflejar su preocupación con este aspecto y el aviso de que está dispuesto a mover elementos. En San Siro dio vuelo a Lucas Vázquez en perjuicio de Hazard (segunda suplencia del curso) y prefirió a los zagueros más experimentados.