Entrevista a Brais Méndez: «Los psicólogos me ayudaron, era un chaval y no supe gestionar las críticas»
2 minutos de lecturaCentrocampista del Celta y de la selección española, razona en EL MUNDO la cara y la cruz del fútbol, las redes sociales, la llegada de Coudet y a Benzema, su ídolo. «Es un jugador superlativo».
Brais Méndez (Mos, 1997) es gallego, de las Rías Baixas, aficionado del Celta, una de las estrellas del club de su vida e internacional por la selección. Y, pese a todo, le han silbado en su estadio, como a tantos en tantos campos. Aquí razona la cara y la cruz del fútbol, el éxito y las críticas, y una salud mental que cada día es más importante en el deporte. Los gallegos visitan mañana el Bernabéu (21:00 horas), donde tendrá enfrente a su ídolo Benzema.
Se borró la cuenta de Twitter. ¿Por qué? Fue hace dos años. Detrás de la pantalla la gente detrás tiene la libertad de poner lo que quiera, obviamente, pero creo que llega un punto en que se pasan. Y ya no por mí, sino por mi familia, no me hacía ningún bien y decidí retirarme de ese mundo. ¿Lo hizo más por su familia o por usted? ¿Le afectaron las críticas? Siempre te afectan, pero lo que más te afecta es ver a tus cercanos sufrir. Sí que es cierto que Twitter tiene cosas buenas, que la mayoría de informaciones te enteras por ahí, pero tiene esta parte negativa que a mí no me rentaba.
A usted le han pitado en su propio campo siendo joven y canterano. ¿Cómo vivió eso? En aquella época me afectó bastante. Era un chavalito que acababa de debutar y llevaba muy poco tiempo en la elite. No supe gestionar esa situación, pero ahora he madurado mucho, he trabajado con profesionales que me han entendido, han sabido lo que me pasaba y me han echado una mano. Creo que me han ayudado a saber gestionarlo, que es lo más importante, porque en cualquier lado te pueden pitar. La salud mental es un tema del que se habla cada vez más en el mundo del deporte. ¿En qué se concretaba ese trabajo que hacía? Yo se lo recomiendo a todo el mundo. Creo que la gente tiene un concepto equivocado sobre lo que es hablar con un psicólogo. Es bueno para todo el mundo y te ayuda en cualquier aspecto. En mi caso, era trabajar en mí mismo, no en lo que la gente hablara, sólo enfocarme en mí, en mi confianza y mi autoestima para saber que, pese a las circunstancias, tienes nivel y confianza y que nadie te va a bajar de ahí por mucho que te silben o te aplaudan. Saber lo que tú eres.