El poderío del banquillo del Atlético
2 minutos de lecturaEn Milán, Simeone introdujo cambios por valor de 300 millones para concretar la tercera remontada que protagoniza su equipo basada en el lustroso fondo de armario con el que cuenta
El partido del Atlético en Milán de este martes dejó varias señales evidentes. El equipo, como le sucedió la temporada pasada con el Chelsea en los octavos de final de la Champions, no está preparado para sostener un ritmo tan elevado de juego como el que impuso el conjunto de Stefano Pioli. Tampoco tienen los rojiblancos mecanismos con la pelota para salir de una presión tan asfixiante. “Necesitamos subir el ritmo”, admitía sin ambages Diego Pablo Simeone en la sala de prensa de San Siro. Mientras el Milan jugó con once, el Atlético no existió.
La expulsión del imponente mediocentro Kessi a la media hora de juego y la necesidad de puntuar para no complicarse en exceso la clasificación destaparon otra evidencia, el poderío del banquillo rojiblanco. Simeone fue introduciendo talento de la reserva hasta completar cinco cambios valorados en unos 300 millones de euros. João Félix (125), Lemar (75), Griezmann (entre 40 y 50 en el caso de ser recomprado). DePaul (30) y Lodi (18). Pocos equipos en Europa pueden exhibir esa capacidad para introducir tantos jugadores desequilibrantes.
Tres de las cinco victorias que suma el Atlético en lo que va de curso han necesitado de remontar un gol en contra y de que Simeone hiciera valer el lustroso fondo de armario con el que cuenta. El Espanyol, el Getafe y el Milan terminaron derrotados ante el empuje que proporcionaron los futbolistas rojiblancos salidos del banquillo en el segundo tiempo. Así lo dijo el técnico: “Probamos con todo lo que teníamos para ver si podíamos encontrar el empate y luego la victoria porque sabíamos que era muy importante tal y como está el grupo”. La necesidad hizo que los cinco cambios introducidos por el preparador argentino en San Siro fueran todos ofensivos. Pocas veces Simeone se ha olvidado tanto del equilibrio defensivo para ir a por un partido. El Atlético terminó en el coliseo milanés con Lemar y De Paul de mediocentros, con Lodi como más extremo que lateral y con Griezmann, João Félix, Correa y Luis Suárez como atacantes. “Los juntamos a todos, como alguna vez me han pedido, pero no es fácil”, justificó Simeone.